Águila Perdicera (Aquila fasciata)

El águila perdicera, águila azor o águila Bonelli es un águila diurna de tamaño mediano. A pesar de ser una especie que se encuentra en varias partes del mundo, es un ave que no migra del lugar en el que nace.

Esta especie recibió su nombre de Franco Andrea Bonelli, un ornitólogo italiano.

Águila perdicera de perfil (Aquila fasciata)

Características

Las alas y espalda del águila perdicera son en su mayoría una mezcla de plumas más oscuras, mientras que sus partes inferiores son blancas con algunas rayas finas. Sus largas patas están completamente cubiertas de plumas blancas, por lo que hace un efecto como si llevaran calentadores.

Finalmente, sus pies son amarillos al igual que sus ojos y cere.

Es generalmente solitaria durante la mayor parte del año por lo que lo más habitual es ver al águila perdicera en vuelo, cazando o posándose sola.

Durante este tiempo, el águila Bonelli es bastante silenciosa. De hecho, rara vez se escucha el canto de las aves para poder localizarlas. Sin embargo, durante la temporada de reproducción, esto cambia y se vuelven unas aves muy ruidosas.

El águila perdicera no está en peligro de extinción y está clasificada como «preocupación menor». No obstante, debido a la amplia distribución de la especie es probable que diferentes poblaciones se enfrenten a diferentes amenazas, según el lugar donde vivan.

Águila perdicera en vuelo (Aquila fasciata)

Hábitat

El águila perdicera o águila azor se encuentra en partes del sur de Europa, como España, norte y este de África, Medio Oriente, India y otras partes de Asia.

Se distribuye en un rango tan grande, por lo que se puede adaptar al uso de diferentes tipos de hábitat, dependiendo de la región del mundo en la que viva.

En general, esta especie se puede encontrar en zonas montañosas áreas de hasta 3.000 m, o colinas, y llanuras boscosas o arboladas. Por esto mismo, se le ve posada alrededor de acantilados, riscos y desfiladeros. De hecho, a veces se encuentra en plantaciones de eucalipto y bosques nativos de alcornoques en partes de su área de distribución.

Alimentación y caza

El águila azor perdicera come principalmente conejos, liebres y aves de tamaño mediano, como palomas y perdices. Además, se alimenta de ratas, ardillas, zorros, murciélagos, lagartos, patos y varias otras especies de aves que van desde garzas hasta palomas y cucos, córvidos, avefría, lavanderas, pájaros carpinteros, papamoscas, gaviotas y avutardas.

Aunque no es tan común, también captura presas más grandes como cigüeñas, garzas y buitres.

Si bien el águila Bonelli son voladores bastante ágiles, cuando están de caza, el águila perdicera captura la mayoría de sus presas en el suelo. Ciertamente, muy pocas veces atrapa aves en vuelo. En ocasiones, tanto el macho como la hembra de una pareja reproductora trabajan juntos para atrapar presas.

Por último, se ha observado en el sur de Europa que estas águilas tienen más porcentaje de éxito en la captura de presas cuando usan el elemento sorpresa a su favor.

Águila perdicera en vuelo de caza

Cortejo

Cuando comienza la temporada de apareamiento, los águilas macho y hembra del águila Bonelli perdicera, comenzarán a pasar más tiempo juntos.

Con todo esto, la comunicación vocal juega un papel importante en su comportamiento. Del mismo modo, utilizan diferentes llamadas, desde silbidos agudos hasta gruñidos y ladridos en el cortejo. Además, lo utilizan para avisar mutuamente del peligro cuando están cerca el uno del otro.

Nido

El águila perdicera construye sus nidos con grandes palos y ramas. Además, usan sus nidos una y otra vez en años sucesivos.

Por esta razón, el nido del águila azor perdicera puede llegar a medir alrededor de 2m de ancho y 1m de profundidad.

Sin embargo, también puede optar por construir su nido en la cornisa de un acantilado, en un árbol o, incluso, en torres de alta tensión.

Finalmente, se han visto nidos de la perdicera cerca de asentamientos humanos pero esto ocurre en muy pocas ocasiones.

Águila azor perdicera posada (Aquila fasciata)

Reproducción

En la reproducción del águila perdicera, la hembra pondrá entre 1 y 2 huevos con una incubación de entre 37 y 40 días.

Después de que los polluelos nazcan, crecerán rápidamente y permanecerán en el nido hasta que tengan entre 55 y 65 días de edad. Aunque el tiempo que tardan las crías jóvenes en emplumar varía bastante, generalmente es entre 142-163 días. Una vez que las perdiceras azor juveniles están listas para abandonar el territorio de sus padres, tienden a dispersarse entre muchos lugares.

Crías y polluelos de águila perdicera

Polluelos de águila perdicera recién nacidos (Aquila fasciata)
Cría de águila perdicera juvenil en Sevilla
Polluelo de águila perdicera saliendo del huevo

Situación en España

El águila perdicera en España habita en las sierras costeras mediterráneas, Sierra Morena , Extremadura y las sierras béticas. Sin embargo, se han visto ejemplares en la parte centro y norte de España, aunque de forma muy residual.

El águila azor perdicera en España está en peligro de extinción y desaparición. Más bien, la amenaza más importante para el águila Bonelli en España es la electrocución por la situación del ave cercana a las torres eléctricas.

Estado de conservación

El águila perdicera no está en peligro de extinción y está clasificada como una especie de preocupación menor.

Sin embargo, debido a la amplia distribución de la especie, está claro que es probable que diferentes poblaciones se enfrenten a diferentes amenazas, según el lugar donde vivan. Por ejemplo, la población europea, que se encuentra mayoritariamente en España, se considera en peligro de extinción. Esto se debe a que esta población es bastante pequeña.

De hecho, allí, el águila Bonelli es a menudo disparada por cazadores, colombófilos y cuidadores de animales de caza. Además, los científicos aún no saben lo suficiente sobre algunas de las poblaciones de esta especie, por ejemplo, las que se encuentran en partes de Asia y África. Por esto mismo, no se conoce lo que realmente está sucediendo y lo que podría deparar el futuro para esta especie.

Algunas de las principales amenazas a las que se enfrenta esta especie incluyen disparos, colisión con líneas eléctricas y turbinas eólicas, alteración de nidos causada por el hombre y la pérdida de hábitat para la agricultura. Ciertamente, sin un buen hábitat, las águilas azor perdiceras pierden sitios de anidación muy importantes, así como el acceso a suficientes presas.