Águila pomerana (Clanga pomarina)
El águila pomerana (clanga pomarina), también conocida como Aquila pomarina, es una especie de ave rapaz migratoria que habita en bosques y zonas montañosas de Europa y Asia. Este águila destaca por su plumaje marrón moteado y su tamaño pequeño-mediano en comparación con otras especies de águilas.
Características
A pesar de ser de un tamaño modesto en comparación con otras águilas, esta especie destaca por su cresta distintiva y sus ojos grandes y amarillos que le brindan una excelente visión.
Debido a las manchas o motas en su pelaje marrón, es a menudo confundida con su águila pariente, el águila moteada (Clanga clanga)
Además de su vista, el águila pomerana cuenta con un sentido del oído muy agudo que le ayuda a detectar presas mientras vuela. Sus patas, de color amarillo y con garras afiladas, son perfectas para atrapar pequeños animales y roedores, que componen gran parte de su dieta.
En cuanto a su tamaño, la envergadura del águila pomerana es de aproximadamente 1 metro, y su longitud alcanza los 55 centímetros. Su cabeza redondeada y su parte inferior del cuerpo son de color más claro que su dorso y alas, que presentan manchas oscuras.
De hecho, su cuerpo es aerodinámico y está diseñado para volar a altas velocidades y maniobrar con precisión mientras persigue a sus presas. Así, con sus alas anchas y fuertes puede planear por largos períodos sin esfuerzo, mientras que su cola corta y redondeada ayuda en el control direccional durante el vuelo. Finalmente, destacan sus garras afiladas y curvas, perfectas para atrapar y sujetar a sus presas junto a su pico fuerte y afilado.
Hábitat
El águila pomerana habita en bosques y zonas montañosas de Europa y Asia, desde Escandinavia y Rusia hasta los Balcanes y el Cáucaso. En consecuencia, la Clanga pomarina puede verse en Noruega, Suecia, Finlandia, Rusia, Polonia, República Checa, Norte de Francia, Eslovaquia, Hungría, Rumania, Bulgaria, Turquía, Irán y Afganistán.
Siguiendo con su nicho ecológico, la Clanga pomarina prefiere vivir en paisajes forestales, donde puede encontrar presas para cazar y árboles altos para anidar. De cualquier manera, el Aquila pomerana es una especie migratoria que viaja al sur durante el invierno para resguardarse del frío del Norte de Europa.
El comportamiento social del águila pomerana es el de un depredador solitario y territorial. No obstante, pueden ser vistos en pareja durante la temporada de apareamiento y posterior cría.
Por último, cabe destacar que este ave rapaz es una especie importante en el equilibrio de su ecosistema. Por consiguiente, su presencia ayuda a controlar la población de pequeños animales.
Alimentación y caza
El águila pomerana come pequeños animales como roedores, aves, reptiles, peces y algunos invertebrados. Además, esta variada dieta incluye algunos animales que son considerados plagas en algunos lugares, como ratones y ratas. Aunque, en caso de falta de alimento, también puede alimentarse de carroña.
Sin embargo, aunque de forma menos habitual, la clanga pomarina caza peces, reptiles, anfibios e incluso insectos. Así, esta rapaz de Eurasia se sumerge en ríos y lagos donde utiliza sus garras para agarrarlos.
A la hora de cazar, el águila pomerana utiliza principalmente la vista y el oído para detectar a sus presas. Una vez que ha localizado su objetivo, se lanza en un rápido vuelo en picado para atraparla con sus garras. Durante la caza, el águila pomerana puede alcanzar velocidades de hasta 60 km/h y maniobrar con gran habilidad entre los árboles y obstáculos del bosque.
Además de la caza, también puede robar la presa de otros animales, como zorros o cuervos, y alimentarse de animales atropellados en carreteras. En general, esta especie de ave rapaz es un depredador oportunista que se adapta a las condiciones cambiantes de su entorno para sobrevivir.
Es importante destacar que el águila pomerana tiene un papel crucial en el equilibrio del ecosistema en el que habita, ya que es un importante depredador de pequeños animales, y su presencia puede ayudar a mantener la población de estas especies bajo control.
Cortejo
El cortejo del águila pomerana comienza en la primavera, cuando los machos llegan al territorio de la hembra. Primero, el macho comienza a realizar vuelos en círculos y aleteos para atraer la atención de la hembra. Luego, realiza una serie de movimientos que incluyen vuelos acrobáticos y descensos rápidos. Durante este proceso, el macho también emite una serie de llamadas y vocalizaciones para reforzar su cortejo.
Una vez que la hembra acepta al macho, comienzan a trabajar juntos en la construcción del nido. Durante este proceso, la pareja Clanga pomarina también realiza vuelos conjuntos y se alimenta mutuamente como parte del cortejo.
Por último, una vez que el nido está construido, la pareja se prepara para el apareamiento. Y, en ese momento, el macho realiza vuelos en círculos alrededor de la hembra, lo que seguidamente lleva a la cópula y el comienzo de la reproducción.
Nido
El nido del águila pomerana es grande y está construido con ramas y palos, normalmente ubicado en árboles altos o acantilados. En realidad, a pesar de su gusto por la soledad, es común que la pareja de águilas trabajen juntos para construir el nido, el cual puede tener un diámetro de hasta 1.5 metros y una profundidad de 0.5 metros. No obstante, este tamaño inicial no es tan grande, sino que año tras año agregan más ramas y palos hasta convertirlo en uno muy grande y pesado.
Reproducción
En la reproducción del águila pomerana, la hembra pone de uno a tres huevos al año, generalmente en mayo. Los huevos son de color blanco con manchas marrones y miden alrededor de 6 cm de largo y 4 cm de ancho. Durante la gestación de una duración de aproximadamente un mes, la hembra incuba los huevos. Por consiguiente, el macho se encarga de salir a cazar proporcionar alimento para los dos.
Una vez que los huevos eclosionan, los polluelos son altriciales, es decir, son completamente dependientes de sus padres para su alimentación y cuidado. Además, las crías de la Clanga pomarina son muy pequeñas y vulnerables, cubiertas de un plumón blanco. De manera similar al periodo de incubación, la hembra se encarga de mantener a los polluelos calientes y alimentarlos. Así, de nuevo es el macho el que sale a cazar y traer comida para toda la familia.
A medida que los polluelos crecen, se vuelven más independientes de sus padres. Por esta razón, tan solo permanecen en el nido durante un período de entre 55 y 70 días. Y es que, alrededor de las dos semanas de edad, los polluelos ya son capaces de mantener sus cabezas erguidas y de moverse por el nido. Transcurridos los 30 primeros días, los polluelos tienen la mayoría de sus plumas y están listos para comenzar a alimentarse por sí mismos.
Debido al crecimiento tan rápido de las crías, la pareja de águila pomerana se mantiene unida y trabaja en equipo para cuidar a sus polluelos. Por último, una vez que los polluelos están listos para abandonar el nido, los padres les enseñan a cazar y sobrevivir por su cuenta.
Estado de conservación
El águila pomerana (Clanga pomarina) no está en peligro de extinción y es una especie catalogada como «Preocupación menor».
Sin embargo, esto no significa que esté exenta de amenazas. En realidad, la principal causa de su declive es la pérdida de hábitat y la fragmentación del mismo debido a la actividad humana. De hecho, la degradación del bosque y la tala de árboles son algunas de las actividades humanas que impactan negativamente en esta especie.
Además, el envenenamiento y la caza furtiva también son graves amenazas para la población de este ave rapaz. Debido a la ingesta de animales envenenados colocados por humanos para controlar plagas, este águila puede morir tras alimentarse de ellos.