Águila Viuda (Spizaetus melanoleucus)

El águila viuda, también conocida como el águila azor blanquinegra o águila blanca y negra, es un ave rapaz neotropical de tamaño mediano que habita desde el sur de México al norte de Argentina.

Águila viuda de frente (Spizaetus melanoleucus)

Características

Como el segundo nombre de esta ave indica, el águila azor blanquinegra, es de color blanco y negro.

Sin embargo, el águila viuda posee muchos matices y contrastes: las plumas de la cabeza, el pecho y las piernas son tan blancas como la nieve mientras que su espalda y cresta son de un tono negro oscuro.

El águila viuda obtiene su nombre de la máscara negra situada alrededor y bajo sus ojos amarillos y brillantes. Asimismo, su cera es amarillo-naranja, sus patas son de color amarillo brillante, su pico es negro y su cola está marcada con bandas alternas negras y grises.

El vuelo del águila viuda es tan fino que suele ser comparado con el de una cometa. Cuando no está volando, pasa su tiempo posado en lo alto de árboles altos. No obstante, no pasa mucho tiempo hasta que vuelve a volar para detenerse en otro lugar.

Águila viuda con el pico abierto

Del mismo modo que todos los principales depredadores, juegan un papel muy importante en su entorno. Por esto, son considerados unos depredadores que cazan a otros animales para alimentarse, pero ningún animal los caza los puede cazar de forma regular. Asimismo, ayudan a controlar las poblaciones de animales de presa y a mantener un equilibrio en los ecosistemas donde viven. Ciertamente, como muchas otras aves, su única amenaza son los humanos.

Hábitat

El águila viuda es un ave neotropical que vive, desde el sur de México hasta el este de Perú, a través de Brasil y el norte de Argentina.

El águila blanca y negra habita en bosques de elevaciones bajas y medias. También, se le puede encontrar con frecuencia a lo largo de los bordes del bosque, lagunas y claros muy sombreados en bosques de galería húmedos. Y, finalmente, a veces se encuentra en rodales aislados de remanentes de bosques húmedos en sabanas.

Águila viuda de frente (Spizaetus melanoleucus)

Alimentación y caza

El águila viuda se alimenta de aves de tamaño medio como tucanes, codornices, oropéndolas, caciques y patos. También, come pequeños mamíferos, reptiles y anfibios, incluidos los sapos.

Parecido a la mayoría de las rapaces, esta águila es una cazadora experta, por lo que en muchas ocasiones se la ve cazando en vuelo. En primer lugar, comienza volando alto en el cielo y, seguidamente, se agacha a gran velocidad por el dosel en busca de su presa.

Además, se le ha observado cazando desde perchas expuestas en árboles altos o persiguiendo presas dentro del bosque. Es por ello, que se sabe que ataca a las aves que se agrupan en árboles frutales.

Águila viuda en Argentina (Spizaetus melanoleucus)

Cortejo

Durante el cortejo del águila viuda, la pareja vuela junta con intensa vocalización. De manera similar, el macho realiza una exhibición ondulante con una serie de bucles y zambullidas mientras persigue a la hembra, que se voltea bajo él tocando sus patas.

Nido

Los nidos del águila viuda están construidos con grandes palos unidos a ramitas en la parte superior de la selva primaria. Igual que la mayoría de águilas, son de gran tamaño y tienen forma de copa.

Reproducción

En la reproducción del águila viuda la hembra pone un huevo. No obstante, en raras ocasiones, hay ejemplares que ponen hasta dos.

Los huevos del águila viuda son de color blanco cremoso con manchas de color marrón oscuro, gris lila y marrón claro.

La incubación de los huevos se hace durante 40 a 48 días y es realizada por la hembra. Mientras, el macho se ocupa de traer suficiente elemento para ella y su pareja.

Finalmente, tras el nacimiento de los polluelos del águila blanca y negra, los padres siguen cuidándolos durante al menos un año.

Águila viuda posada sobre un árbol

Estado de conservación

El águila viuda no está en peligro de extinción por lo que está considerada como preocupación menor. Sin embargo, a pesar de no ser una especie amenazada a nivel mundial, en Brasil está amenazada de extinción en las áreas donde se encuentra la Mata Atlántica, debido a la reducción y deforestación de este hábitat.