Nuestro amigo y fotógrafo profesional Eduardo Estrada de Panamá, nos cuenta una historia y maravillosa experiencia sobrevolando su país en helicóptero. En uno de sus vuelos y por casualidad, pudo captar con el objetivo de su cámara el poderío, la fuerza y la belleza de una madre de águila harpía incubando huevos en su nido.

A las 6 de la mañana de un día poco común y en compañía de algunos biólogos, me dirigí al aeropuerto para abordar un helicóptero. Nuestro objetivo era monitorear y captar la señal de un radio-collar colocado a una Jaguar en el Darién.

Sin embargo, nuestro plan de vuelo no incluiría jamás la sorpresa que el día nos guardaba.

Pasión por la fotografía de animales salvajes desde niño

Desde niño, y durante toda mi infancia he vivido enamorado de los grandes depredadores. Siempre buscaba en las revistas de National Geographic cuantas fotos pudiera encontrar de algún depredador.

Águila Harpía en Panamá, parque Summit

Y, a su vez, leer y aprender todo lo posible sobre sus comportamientos y entornos salvajes. Crecí con ese gusto durante toda mi infancia y, a día de hoy sigo con, si cabe, mayor curiosidad e ilusión.

Desde muy joven tuve la oportunidad de visitar el Parque Municipal Summit en el corazón del bosque protegido: Parque Nacional Soberanía.

Allí fue la primera vez que pude contemplar al águila harpía, el ave nacional de mi país. Fue entonces cuando me di cuenta de que las palabras y descripciones de los libros se quedaban cortas.

Es un ave realmente imponente, el tamaño de sus garras era motivo suficiente para estar horas alucinado sobre todo lo que podría hacerle a sus presas con ellas.

Además, cuando la ves volar, no puedes creer que exista un ave tan grande, tan rápida y tan fuerte. Ante mis ojos y presencia, el Águila Harpía, el ave nacional de Panamá.

Trabajando en el Parque Municipal Summit con el águila harpía

Mi carrera fotográfica me llevó a ese lugar muchos años después de mi primera vez. Como resultado, tuve la gran oportunidad de trabajar la fotografía de un águila harpía en cautiverio, en calidad de embajadora.

Cada vez que tenía la oportunidad no lo dudaba un segundo. Inmediatamente entraba en el recinto con ella, convivía con sus actividades y vaciaba toda la memoria de mi cámara fotografiándola y captándola lo más cerca posible.

Águila Harpía en Panamá

Sobrevolando los bosques de Darién

Retomando la historia, aquel día de monitoreo en Darién estuvimos varias horas en el aire recorriendo las altas cordilleras boscosas.

Ciertamente, vimos arboles tan grandes que solo en sueños podrías imaginarlos.

De repente, pasado ya el medio día, en nuestro audífono sonó el grito de uno de los biólogos: “HARPÍA, HARPÍA”.

Bosque de grandes árboles en el Darién de Panamá

Sin embargo, había tantos árboles que no era capaz de ver con exactitud donde se encontraba la denominada águila bruja. Al contrario de nuestra creencia, y tan concentrados en el jaguar, no recordábamos que allí también habitaban las águilas harpías.

Con todo esto, el capitán y piloto apuntó el helicóptero como si de una misión militar se tratara y, mediante el micrófono se dirigió a mi, exclamando: ‘Eduardo, quiero esa foto, prepárate’.

Durante el vuelo, habíamos retirado las puertas del helicóptero para tener una mejor visión del jaguar. Así, no dudé un segundo en girarme, sacar medio cuerpo fuera del helicóptero y quedarme colgado con la cámara, momento en el que por fin, logre divisarla.

Vuelo en helicóptero sobre el Darién de Panamá

Nido de águila de harpía en el Darién de Panamá

El capitán y yo nos comunicábamos a gritos para conseguir nuestra misión rápidamente y así fotografiar a la madre harpía antes de que se asustara o pudiera estresarse.

Seguidamente, enfilamos el vuelo hacia el ave mientras lanzaba fotografías con mi cámara recogiendo cada uno de los momentos.

Águila harpía en su nido en Panamá

De esta forma, mientras fotografiaba a la poderosa madre, pude observar como ella nos seguía y nos vigilaba atentamente con su mirada. Fue una oportunidad hermosa y única estar frente a tan majestuosa águila, nuestra ave nacional, en su entorno y en un momento de tanta paz y ternura como el del anidamiento de sus polluelos.

El águila harpía en Panamá, un regalo de la naturaleza.

Como panameño, crecemos con un amor especial por esta ave. Para nosotros, es el símbolo de la soberanía que tanto anhelamos como país y por la que tanto luchamos.

Ciertamente, el águila harpía para Panamá es el símbolo de la fuerza y esmero que a diario colocamos en todo lo que hacemos.

De hecho, el águila harpía está en el escudo de nuestra Panamá, y viste cientos de murales y cuadros de edificios de gobierno y escuelas.

Rostro del águila harpía en la selva de Panamá

Poder estar allí fue un regalo de la naturaleza que comparto hoy con vosotros, y siempre que puedo con mis allegados.

Además, existen clubes de estudiantes, fans de las águilas harpías, donde se aprende todo de nuestra maravillosa ave. En consecuencia, crecemos rodeados en Panamá por su belleza y poderío. De todas las veces que he podido fotografiarla, ya sea volando en el bosque o simplemente perchada, este fue uno de los mas emotivos encuentros.

Inesperado, por casualidad y fuera de nuestra agenda de vuelo, fotografiar al águila harpía en su nido fue un momento espectacular y para siempre inolvidable.

Visita nuestra ficha del águila arpía para conocer y aprender todo sobre el águila más grande del mundo.

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