Una familia de la especie águila de Harris vive y construye todos los años su nido en el patio de la casa de Juan Carlos Prado. Fotógrafo aficionado residente en Quito, Ecuador, además del representante de gafas optic nerve. Él nos cuenta esta maravillosa y curiosa experiencia a tan solo unos metros de su hogar.

Un gran ruido en mi casa de Pomasqui

Terminé de construir mi casa en Pomasqui, el denominado «Valle de los pumas«, hace casi 20 años y desde entonces vivo allí junto a mi familia.

Recuerdo exactamente que, en el mes de Abril estando tranquilamente en casa, oímos un fuerte ruido o gruñido. Apresuradamente, y con algo de miedo debido a que esta zona está muy aislada, salí a buscar el origen de semejante grito. Sin embargo, no encontré nada.

Águila de Harris en Ecuador

Horas después, oí de nuevo semejante estruendo. Y, esta vez, decidido a encontrar el origen, mire hacia arriba de un gran ciprés que da color a mi patio.

Así, para mi sorpresa, una gran ave rapaz me miraba fijamente desde lo alto del árbol. Ayudado por el zoológico de Quito, nos dimos cuenta de que una familia de la especie de águilas de Harris había decidido anidar justo encima del patio de mi casa.

Nido y reproducción del águila de Harris en Ecuador

Desde hace 18 años, una familia de águilas de Harris son indirectamente mis compañeros de vida. Todos los años anidan en mis árboles y la familia no para de crecer. De hecho, he llegado a ver hasta cuatro águilas en el mismo nido, la pareja de adultos y los juveniles.

Águila de Harris posada en Ecuador

Como se indica en la reproducción del águila de Harris, esta especie es algo diferente al resto de la familia accipitriformes. La hembra realiza poliandria, al contrario del resto de tipos de águilas, que son monógamas de por vida.

Además, la tasa de éxito de incubación del águila de Harris es de 2-4 huevos, cuando en la mayoría de águilas son de 1-2 y apenas sobrevive uno de ellos.

Coincidiendo con los meses de reproducción, entre Noviembre y Abril, el patio de mi casa se convierte en un concierto increíble de cantos, chillidos y gruñidos.

De hecho, en está época es muy común verlas volar con acrobacias, jugar y planear entre sí, realizando el denominado cortejo de la pareja de águilas, que dará lugar al comienzo de un nuevo ciclo de reproducción para la familia.

Vida del águila Harris en Quito

El resto de meses, la vida de la familia de águilas de Harris es mucho más tranquila a excepción del comienzo del otoño donde son de nuevo algo ruidosas.

Nido del águila de Harris

Otra característica de esta especie es que vuelan juntas toda la familia, y su coloración hace que se pueda distinguir fácilmente los adultos de los juveniles.

En contraste, esto es totalmente distinto al resto de clases de águilas, que tienden a volar y cazar en soledad, de ahí el dicho «el águila vuela sola«.

Cuando llega el temporal y las lluvias, la familia de águilas se une en su nido y se sitúan unas junto a otras para conseguir entre ellas mantener el calor corporal activo.

La alimentación de la familia de águila de Harris en Pomasqui

En ocasiones, se oyen grandes chillidos provenientes de las aves juveniles reclamando comida a sus padres. Seguidamente, tan solo unos segundos después, se oye otro gran chillido a lo lejos y de pronto, uno de los adultos aparece con comida para ellos.

El tamaño de las águilas de Harris en comparación a otras águilas no es especialmente grande, por lo que sus presas son más pequeñas. En consecuencia, he visto traer comida al nido tales como lagartijas, culebras, conejos y roedores.

Como curiosidad, unos de los mayores gruñidos que he oído provenientes del nido, se dieron cuando una de las juveniles estaba comiendo (tras haberlo cazado por sí mismo) y cubriendo la presa con sus alas. De esta manera, el resto de la familia aleteaba y se quejaba reclamando su parte de comida.

Águila de Harris posada en un árbol en Pomasqui

Mi afición como fotógrafo

A los 53 años de edad, cuando escribo esto, tengo dos hobbies principalmente. En primer lugar, la fotografía de naturaleza, que practico desde hace unos 15 años. Y en segundo lugar, el ciclismo de montaña, que practico durante toda mi vida, con un tiempo que tuve que dejarlo al ser detectado un cáncer cuando aún era muy joven, hace unos 20 años atrás.

Los momentos duros, y enfermedades vividas te hacen reflexionar de gran manera sobre la vida, la familia, y la naturaleza que nos rodea.

Y nos ayudan a valorar lo importante que es vivir y tratar de ser feliz, y no tantos otros problemas a los que muchas veces le damos una importancia que, sin duda, no la tienen.

Adulto y águila juvenil de Harris

Mi afición por la fotografía empezó de un modo muy diferente ya que lo hacía tomando fotos de deportistas con mi línea de gafas de sol deportivas optic nerve.

Pero, de pronto, todos los días aprovechaba mis ratos libres para haces fotos de la naturaleza y mis mascotas. Fue en ese momento cuando me di cuenta que la fotografía especialmente de aves me encantaba.

No obstante, no es nada fácil, ya que en la zona donde vivo “Mitad del Mundo” las aves son pequeñas, nerviosas y tímidas por lo que es para mi un reto que realmente disfruto cada vez que tengo ocasión.

Conoce todos los detalles del águila de Harris en nuestra ficha de águila.

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