Osprey en Costa Rica

Para hacer tiempo hasta la hora de la cena, Esteban y yo decidimos improvisadamente salir a fotografiar aves. Personalmente, varias situaciones en mi vida diaria y no mucha suerte en mis salidas fotográficas, me habían desmotivado y me habían hecho perder las ganas de continuar con esto.

Por si esto fuera poco, el lugar donde fuimos a realizar fotos se encontraba cerrado por fin de año. Así, mi mala suerte continuaba con esta afición y de nuevo todo parecía apuntar a un nuevo día sin éxito alguno.

Caminando hacia un nuevo lugar donde avistar aves y tratar de mejorar nuestra suerte, nos encontramos a varios amigos. Este encuentro cambiaría el destino del día, ya que con ellos nos dirigimos a Cartago, Turrialba.

Además, hablando de camino, comentamos que la denominada Osprey solía hacer aparición por esos parajes, por lo que nuestro objetivo era claro: buscarla, encontrarla y fotografiarla.

Al poco de llegar a Turrialba, la suerte cambió de nuestro lado de nuevo. Y allí, ante nuestros ojos, vimos volar al águila pescadora, el Osprey en nuestra querida Costa Rica.

Es más, no solo la vimos surcar los cielos, sino que la observamos pescar con sus afiladas garras y alzar el vuelo de nuevo con un pescado. Del mismo modo, otro águila pescadora apareció sobrevolando la zona.

Es por ello, que no fue solo un Osprey, sino dos individuos los que pudimos observar y conocer en su hábitat, su día a día, y su busca de alimento para sobrevivir.

Nuestro equipo fotográfico no es el mejor del mundo. Sin embargo, pudimos captar varias veces a este maravilloso águila, las fotos que os mostramos junto a esta pequeña vivencia.

Además, cabe destacar que las águilas son muy difíciles de ver en Costa Rica por lo que estos avistamientos cobran un significado todavía más especial. La emoción de ver la naturaleza viva, imágenes que muchas otras personas no pueden siquiera imaginar.

Cada fotógrafo vive esta afición a su manera. Para mi, la primera vez que observo un ave es uno de los sentimientos más especiales y que más emoción evoca. La adrenalina se dispara de mi cuerpo mientras preparo la cámara y trato de enfocar, a toda velocidad, para captar la mejor imagen posible del ave.

Seguramente sea porque cada fracción de segundo cuenta en la fotografía, y más si de pájaros se trata. Y es que en una pequeña milésima de segundo, el ave vuela y no la vuelves a ver, perdiendo la oportunidad de inmortalizar su imagen.

En la vida hay que convivir sabiendo que existen momentos malos, algunos de ellos duran solo unas horas y otros nos acompañan durante meses.

Este día tan especial, coincidiendo con el final y comienzo de un año, fue un día mágico y lleno de emociones.

De hecho, se podría decir que en sí mismo, el propio día fue un resumen de todo el año. En primer lugar, periodos más tristes y desmotivantes en los que piensas en dejar cosas atrás (en este caso sería el lugar donde fuimos en primer lugar y encontramos cerrado).

Después, un cambio de rumbo y dirección que devuelve la ilusión como pudo ser el encuentro con nuestros amigos. Y, para acabar, todo el esfuerzo recompensado de tantos meses atrás, con un evento que me llenó de alegría y sentimientos con el avistamiento y las fotografías al Osprey, el águila pescadora.

Así, acabó un año no tan bueno con la mejor compañía posible para finalizar el año de forma perfecta. Y, de este modo, dar paso a uno nuevo con toda la fuerza e ilusión para alzar el vuelo de nuevo… como si un águila se tratara, con la imagen del ave rapaz cerrando el año, aún en mis retinas.

¿Te has quedado con ganas de más? Aprende todo sobre el águila pescadora en su ficha y perfil de águila. ¡No te lo pierdas!