Águila culebrera pechinegra (Circaetus pectoralis)
El águila culebrera pechinegra, catalogada como Circaetus pectoralis es un ave de tamaño mediano que habita exclusivamente en África. Se le considera pariente de la denominada águila culebrera, la principal ave y más conocida depredadora de serpientes y culebras del planeta.
Características
Fiel a su nombre, el águila culebrera pechinegra tiene el pecho entre marrón negro oscuro. De hecho, su cabeza, espalda y alas son todas negruzcas.
Seguidamente, las partes superiores oscuras del Circaetus pectoralis contrastan con la parte inferior del pecho y el vientre, que son de un blanco casi puro. Finalmente, su cola tiene bandas y sus ojos amarillos.
Aunque esta ave rapaz tiende a ser mayormente solitaria durante el día (fuera de la temporada de reproducción), se dedica a cazar, posarse y volar por sí misma.
Pero, cuando cae la noche, lleva a cabo algunos comportamientos únicos que no se han informado en ninguna otra especie de águila. Por la noche, esta especie se posa y descansa en grandes grupos de hasta 200 pájaros.
Aunque la culebrera no abandona el continente africano, se considera que es muy nómada, lo que significa que se mueve mucho de un lugar a otro, por lo que realiza migraciones relativamente cortas dentro del continente.
Hábitat
La denominada Circaetus pectoralis vive en África, entre Eritrea y Etiopía extendiéndose hacia al sur y al oeste hasta Sudáfrica.
Aunque tiene un rango relativamente amplio en el continente, el águila culebrera de pecho negro no se encuentra en todos los tipos de hábitat.
De hecho, sus lugares favoritos son las perchas expuestas en bosques abiertos de sabana, matorrales enanos, arbustos espinosos, a menudo cerca del agua. Al igual que el águila culebrera, tiende a mantenerse alejado de áreas muy boscosas.
Y, finalmente, la altura a la que vive este águila es bastante baja comparada con la mayoría de aves rapaces. Así, se le puede ver, desde elevaciones bajas a medias entre el nivel del mar y los 3.400 metros.
Alimentación y caza
Como su nombre indica, el águila culebrera pechinegra come en su mayoría serpientes. Pero este ave rapaz va más allá, porque la Circaetus pectoralis es experta cazadora de culebras venenosas como cobras y víboras bufadoras.
Aunque muchas de las serpientes de las que se alimentan son venenosas, también se alimentan de cualquier otra especie de serpiente.
Si bien casi siempre come culebras, en la alimentación del águila culebrera de pecho negro se incluyen lagartijas, pequeños mamíferos y aves silvestres.
La forma de cazar es muy similar al resto de aves. Generalmente se sienta en una percha abierta y expuesta de un árbol esperando. Cuando ve a su presa, se desliza en picado hacia abajo y la ataca con sus fuertes patas y garras.
Nido
El águila Circaetus pectoralis construye su nido usando palos y ramitas en lo alto de las copas de los árboles. A menudo, seleccionan árboles con follaje denso, lo que ayuda a mantener oculto su nido.
También, se sabe que el nido de la culebrera pechinegra se construye en grupos de epífitas. Finalmente, para mayor comodidad, los adultos cubren el nido con follaje verde y, a menudo, siguen colocando hojas frescas mientras se incuban los huevos.
Reproducción
La hembra del águila culebrera de pecho negro solo pone un huevo en la temporada de reproducción. Ella es responsable de cuidar este huevo hasta que eclosione, alrededor de 50 días después.
Durante todo este tiempo, el macho de la especie Circaetus pectoralis se encarga de cazar y alimentarse a sí mismo y a su pareja. Después de que el aguilucho de pecho negro nace, el macho de la culebrera continua su labor de cazar para que toda la familia tenga suficiente alimento.
La cría tarda unos 100 días aproximadamente en crecer y ganar fuerza antes de estar lista para volar por primera vez.
Estado de conservación
La clase de águila Circaetus pectoralis, conocida como águila culebrera de pecho negro no está en peligro de extinción por lo que está catalogada como Preocupación Menor.
La principal amenaza a la que se enfrenta este ave rapaz es la actividad humana y la destrucción de hábitat, que conlleva que desaparezcan serpientes y culebras de su hábitat, su principal fuente de alimento.